23.5.09

Editorial Nuevo Día: El montaje de un asalto


23-MAYO-2009 | EDITORIAL DE EL NUEVO DÍA

El montaje de un asalto

La aprobación senatorial por descargue, sin vistas públicas, de un proyecto de ley que busca detener la transferencia de terrenos públicos a las comunidades en el Caño Martín Peña es un asalto a la autogestión y apoderamiento comunitario.


No es difícil pensar que detrás de la aprobación del PS 365 mediante un mecanismo tan atropellante y antidemocrático como el descargue, donde el mollero de la mayoría aplasta y excluye toda participación ciudadana del proceso legislativo, hay un fin ulterior que no es el interés público.


El proyecto de la autoría del presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y la senadora por San Juan, Kimmey Raschke, y su contraparte en la Cámara (PC 1403), busca detener la trasferencia voluntaria de los terrenos públicos aledaños al Caño, lo que desarticularía el Fideicomiso de la Tierra, corazón de la Corporación Proyecto Enlace, dirigido a rehabilitar el Caño Martín Peña y sus ocho comunidades.


Las comunidades, conocidas como “G-8”, han defendido el traspaso obligatorio, como lo dispone la Ley 489, para atender el problema de la tenencia de la tierra en el área y evitar el desplazamiento de las comunidades.


Sin la transferencia de los terrenos, se desestabiliza la principal herramienta que tienen estas comunidades que constituyen una pieza vital en el tejido cultural, económico y social de San Juan y de toda la Isla, para evitar ser desplazadas del lugar que ha sido su hogar por más de medio siglo y garantizar la titularidad de sus residencias.


¿Por qué tanto interés en detener el traspaso de esos terrenos?


¿Acaso hay un interés oculto de utilizar la situación fiscal como excusa para poder especular con ellos?


Esta es la única conclusión plausible cuando ninguno de los proyectos especifica cuál es el problema concreto que plantea la transferencia de terrenos a la Corporación ni menciona a qué agencia pública impacta, de modo que justifique las enmiendas propuestas.


En suma a la suspicacia que levanta el proceder de la mayoría legislativa, el mensaje que envían a los 30,000 residentes en los terrenos aledaños al Caño y a toda la comunidad que trabaja en proteger su permanencia y su derecho a superar la pobreza, es desmoralizante: no reconocen la participación como un derecho ni reconocen los méritos de los proyectos de desarrollo socioeconómico basados en la autogestión.


Este mensaje es contradictorio a las expresiones públicas que ha hecho el gobernador Luis Fortuño, de que su gobierno busca fortalecer las alianzas intersectoriales para fortalecer la estructura económica y administrativa de las organizaciones no gubernamentales.


Hacemos memoria, también, de que como candidato a la gobernación, Fortuño se comprometió con todos los líderes comunitarios con que si llegaba a la gobernación apoyaría el Fideicomiso tal y como estaba diseñado.


El Senado cree haberse apuntado una victoria legislativa, pero lo que ha hecho es desenmascarar su atropello y asalto a un sector guiado por principios comunitarios y que ha hecho una encomiable labor de promover la autogestión y el desarrollo socioeconómico de forma ágil, transparente y, hasta ahora, libre de interferencias partidistas.


La Cámara de Representantes está a tiempo para rectificar este error y esperamos que así lo haga. Si los representantes deciden seguir los errados pasos del Senado, insistimos en que el gobernador Fortuño haga buena su promesa de respetar y proteger los esfuerzos de las comunidades del Caño Martín Peña y vete una legislación que, de su faz, es un desafuero contra comunidades que no merecen ser condenadas a una perpetua marginación.


22.5.09

Para no olvidar... (votación P del S 365) (pulse sobre la lista)

No hay tregua: ante el proyecto de ley sobre permisos...

Una de las iniciativas que más pone en riesgo al País y su posibilidad de un verdadero desarrollo en términos del uso de nuestro suelo y de la transparencia de nuestros procesos administrativos y de gobernabilidad, es el proyecto de ley para la re-estructuración del marco administrativo y otorgación de permisos y uso del suelo. Las implicaciones son realmente preocupantes. Si te interesa conocer cuáles serían los cambios propuestos al proceso administrativo actual, el acceso de los ciudadanos a las agencias administrativas y a los tribunales (más bien la eliminación de) y los mecanismos propuestos para la privatización de procesos administrativos con miras a flexibilizar más aún en uso indiscriminado del suelo sin un Plan de Uso de Terrenos, no dejes de asistir a este taller:

¿Cuándo?           Sábado, 23 de mayo a las 9:30am

¿Dónde?              Escuela de Derecho, UPR-Río Piedras, Salón L-3

¿Info?                   787-378-1544 / 787-688-6214

La aprobación de Ley para la Reestructuración y Unificación del Proceso de Evaluación y Otorgamiento de Permisos (P. de la C. 1649 y el R. del S. 880) está ahora bajo consideración de la Legislatura.  Este proyecto de ley propone un nuevo esquema para otorgar permisos de construcción y desarrollo. Las 167 páginas de la medida se enfocan en agilizar el tiempo en que se otorgan los permisos (en antes de 90 días), sin tomar en consideración sus implicaciones sociales, económicas, ambientales y la planificación integral de la Isla.

El licenciado Pedro Saadé Llorens y la planificadora Carmen Guerrero expondrán  las implicaciones de este proyecto de ley.  La presentación está dirigida a los que no conocen sobre el proyecto de ley e interesan insertarse en el proceso. 

Puede ver la reacción al proyecto de líderes comunitarios y ambientales AQUI.

Un pedido con urgencia

Columna de opinión del licenciado Héctor Jiménez Juarbe, presidente de la Junta de Directores de la Corporación del Proyecto ENLACE del Caño Martin Peña aquí.

21.5.09

Una vez más: apoya al Caño desde donde puedas...


Tristemente, en un proceso una vez más atropellado e indescriptiblemente falto de los más elementales principios democráticos, el Senado aprobó hoy por descargue el P. del S. 365 que enmienda la Ley 489 de 2004 para trastocar el traspaso de los terrenos al Fideicomiso de la Tierra del Caño Martin Peña.

Esta aprobación pone en serio riesgo un proyecto que ejemplifica extraordinariamente los principios de democracia participativa, autogestión comunitaria, integración de los objetivos de superación de la pobreza con el medioambiente y mecanismos efectivos para lograr justicia distributiva en materia patrimonial. Por lo que su defensa, permanencia y éxito beneficia a todos los proyectos comunitarios que se basan en estos principios.

No es el único esfuerzo por desmantelar este proyecto y para atentar directamente contra lo que significa para el País un proyecto comunitario como este. Por eso, les exhorto a mantenerse atentos y atentas a estos eventos y a unirse a la alerta del grupo comunitario G-8 y a todas las comunidades del Caño en la protección de este gran proyecto. 

En la medida que te sea posible, y desde diversas formas y escenarios, recabamos tu apoyo.

Ideólocos (otra de Rodríguez Casellas!)

Ideólocos (en Buscapié)

Miguel Rodríguez Casellas**

Para los que no puedan explicarse las políticas confrontacionales de nuestro gobierno mayoritario, asumiéndoles falta de lógica o incluso debilidad mental, sólo tienen que recuperar esa palabra asesinada por ejércitos de posmodernos en todo el mundo: ideología. También deberán sustituir “logo” por “loco”, pues hay enfermedad en la dirección apuntada.

Justo cuando el pragmatismo parece ser la ruta del liderato mundial frente al descalabro económico causado por la irracionalidad de un capital que se imaginó en un orden metafísico, aquí el Gobierno se repliega a la testarudez ideológica.

Lo peor es que ni siquiera son consistentes con sus propios postulados, de ahí la teoría del déficit de salud mental. Y es que cuando toda tu referencia de vida es un espacio urbano “high class”, lo próximo es perder la chaveta y defender una normalidad que sólo existe en la imaginación de Garden Hills.

Como ejemplo, tomemos el trato dado al liderato comunitario del Caño Martín Peña. En cualquier manual de liberalidad económica esta gente serían los niños símbolos de la comunidad autogestora que no “molesta” al Gobierno ni se monta en el relato del estado benefactor con la mano indigente eternamente extendida. Esta gente, que merecen respeto por su audacia, no quieren del Gobierno otra cosa que ser propietarios comunes de las tierras que habitan con el fin de financiar su desarrollo social.

Cualquier republicano de sangre caliente se orinaría encima, conmovido frente a estos pequeños empresarios. Pero aquí, el Gobierno amenaza con hacer otra cosa: quitarles las tierras, dividirlos repartiendo títulos de propiedad y desmantelarles la oficina que los organiza.

 El Gobierno republicano que este país de locura ha elegido, a falta de opciones en el menú de noviembre, prefiere gravar la noción del pueblo indigente y victimizado, (mucho más fácil de controlar), que la comunidad convertida en pequeño gran desarrollador, (con poder de negociación frente a la banca, el Gobierno y el Estado).

Hay locura y cálculo ideológico en el aire, dejando un colateral de maldad que mete miedo.

*El autor es decano de Arquitectura de la Politécnica.

19.5.09

porque los payasos no hacen reir

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

-Mario Benedetti

Copio con el permiso del amigo RG un cuento de Benedetti que como bien reseña en su blog da cuenta de lo inevitable, esas tantas veces en que una se topa con "pensar el mundo de un modo, para encontrarse luego con que las cosas no eran así como uno quería o se ilusionaba que fuesen". Así es. Aqui va:

Esa boca (1955)
(Montevideanos, 1959)

Su entusiasmo por el circo se venía arrastrando desde tiempo atrás. Dos meses, quizá. Pero cuando siete años son toda la vida y aún se ve el mundo de los mayores como una muchedumbre a través de un vidrio esmerilado, entonces dos meses representan un largo, insondable proceso. Sus hermanos mayores habían ido dos o tres veces e imitaban minuciosamente las graciosas desgracias de los payasos y las contorsiones y equilibrios de los forzudos. También los compañeros de la escuela lo habían visto y se reían con grandes aspavientos al recordar este golpe o aquella pirueta. Sólo que Carlos no sabía que eran exageraciones destinadas a él, a él que no iba al circo porque el padre entendía que era muy impresionable y podía conmoverse demasiado ante el riesgo inútil que corrían los trapecistas. Sin embargo, Carlos sentía algo parecido a un dolor en el pecho siempre que pensaba en los payasos. Cada día se le iba siendo más dificil soportar su curiosidad.

Entonces preparó la frase y en el momento oportuno se la dijo apadre:“¿No habría forma de que yo pudiese ir alguna vez al circo?” A los siete años, toda frase larga resulta simpática y el padre se vio obligado primero a sonreír, luego a explicarse: “No quiero que veas a los trapecistas.” En cuanto oyó esto, Carlos se sintió verdaderamente a salvo, porque él no tenía interés en los trapecistas. “¿Y si me fuera cuando empieza ese número?” “Bueno”, contestó el padre, “así, sí”.

La madre compró dos entradas y lo llevó el sábado de noche. Apareció una mujer de malla roja que hacía equilibrio sobre un caballo blanco. Él esperaba a los payasos. Aplaudieron. Después salieron unos monos que andaban en bicicleta, pero él esperaba a los payasos. Otra vez aplaudieron y apareció un malabarista. Carlos miraba con los ojos muy abiertos, pero de pronto se encontró bostezando. Aplaudieron de nuevo y salieron —ahora sí— los payasos.

Su interés llegó a la máxima tensión. Eran cuatro, dos de ellos enanos. Uno de los grandes hizo una cabriola, de aquellas que imitaba su hermano mayor. Un enano se le metió entre las piernas y el payaso grande le pegó sonoramente en el trasero. Casi todos los espectadores se reían y algunos muchachitos empezaban a festejar el chiste mímico antes aún de que el payaso emprendiera su gesto. Los dos enanos se trenzaron en la milésima versión de una pelea absurda, mientras el menos cómico de los otros dos los alentaba para que se pegasen. Entonces el segundo payaso grande, que era sin lugar a dudas el más cómico, se acercó a la baranda que limitaba la pista, y Carlos lo vio junto a él, tan cerca que pudo distinguir la boca cansada del hombre bajo la risa pintada y fija del payaso. Por un instante el pobre diablo vio aquella carita asombrada y le sonrió, de modo imperceptible, con sus labios verdaderos. Pero los otros tres habían concluido y el payaso más cómico se unió a los demás en los porrazos y saltos finales, y todos aplaudieron, aun la madre de Carlos.

Y como después venían los trapecistas, de acuerdo a lo convenidó la madre lo tomó de un brazo y salieron a la calle. Ahora sí había visto el circo, como sus hermanos y los compañeros del colegio. Sentía el pecho vacío y no le importaba qué iba a decir mañana. Serían las once de la noche, pero la madre sospechaba algo y lo introdujo en la zona de luz de una vidriera. Le pasó despacio, como si no lo creyera, una mano por los ojos, y después le preguntó si estaba llorando. Él no dijo nada. “¿Es por los trapecistas? ¿Tenías ganas de verlos?”

Ya era demasiado. A él no le interesaban los trapecistas. Sólo para destruir el malentendido, explicó que lloraba porque los payasos no le hacían reír.

17.5.09

las preguntas triviales


26 diciembre


"Asja's stay in the sanatorium seems to be reaching its end. Over the past few days the hours she has spent lying outdoors have proved beneficial. She likes to lie there in her sack of blankets and listen to the crows in the air. She is even convinced that the birds have organized themselves with great precision and that their leader informs them as to what to do; certain birdcalls preceded by a long pause are, according to her, orders that they all follow. I have barely spoken to Asja in private of late, but in the few words we do exchange I believe I detect her closeness to me so distinctly that I feel a great sense of calm and well-being. I can think of nothing that has as healing and yet as intense an effect on me as the most trivial little questions she puts to me about my affairs. To be sure, she doesn't do this often. But on this day, for example, she turned to me in the middle of a meal where only Russian was being spoken and asked me what mail had arrived for me the previous day. Before eating, three of us had played dominos together".

W. Benjamin (Moscow Diary) 

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